pasta tallarines con espinacas
iNGREDIENTES:
- 400 g. de vuestros tallarines preferidos
- 65 g. de mantequilla
- 700 g. de espinacas frescas
- 1 cebolla grande
- 120 g. de queso Parmesano o un Pecorino romano recién rallado
- 75 ml. de nata líquida o crema de leche especial para cocinar
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación: la salsa de espinaca - Si usamos la verdura fresca la lavamos muy bien, es necesario que la limpiemos de pesticidas y sobre todo de abonos, ya que esta planta tiene un alto contenido en nitritos. Si son de huerta y no les hemos puesto ningún producto químico, con un poco de agua debajo del grifo es más que suficiente.
- Una vez lavadas retiramos los tallos que sobresalen de la hoja, doblándola al medio
- y los cortamos. Ponemos abundante agua a hervir en una cazuela con un buen puñado de sal. Cuando esté el agua muy caliente, cocemos 2 o 3 minutos, es suficiente. Una vez cocidas las escurrimos y troceamos la mitad de la mantequilla en una sartén. Una vez derretida añadimos la cebolla picada fina y la pochamos a fuego lento. No es necesario que se dore demasiado, será suficiente con que esté tierna.
- Añadimos las espinacas a la sartén y las sofreímos unos minutos más. Salpimentamos la mezcla y añadimos la mitad del parmesano rallado. Removemos todo hasta que el queso se funda y queden bien mezclados todos los ingredientes. Reservamos para juntar con la pasta.
- Aunque la salsa la hemos preparado con espinacas frescas
también se puede preparar con espinacas congeladas, son sabrosas y
mantienen todas las vitaminas, pero en esta época os recomiendo que la
receta la preparéis con espinacas frescas y de la huerta, notaréis la
diferencia.
Preparación: los tallarines
- Una vez que tenemos la salsa ya preparada nos ponemos con la pasta, la salsa siempre debe esperar a los tallarines y no al revés.
- Calentamos en una cazuela un litro de agua por cada 100 g de pasta, es la medida recomendada por persona. Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en los envases, ayudan a que la pasta no se pegue entre ella. Siempre intentaremos utilizar una cazuela grande, la mayor de tu cocina.
- Cuando empiece a hervir a borbotones agregamos 1 cucharada sopera de sal. Seguidamente añadimos la pasta, siempre toda junta. Removemos con una cuchara de madera para que los tallarines no se peguen y queden sueltos.
- En el paquete de pasta viene el tiempo de cocción, debemos guiarnos por estas instrucciones porque para cada tipo es distinto, en este caso son 8 minutos. Así conseguiremos lo que se llama pasta “al dente” o en su punto justo, es decir, que no se pase. Una vez transcurrido el tiempo escurrimos la pasta inmediatamente. En la misma olla derretimos la mantequilla que nos queda y la mezclamos con la pasta.
- Disponemos en una fuente de horno capas alternas de tallarines y salsa, espolvoreando en cada capa un poco del queso restante. Dejaremos que la capa de la superficie sea de la salsa. Por último vertemos un poco de nata con la ayuda de una cuchara para que se reparta por todo el plato. Por encima espolvoreamos el último queso que nos quede.
- Introducimos en el horno y gratinamos durante 10 minutos a una temperatura de 200º C. El tiempo de gratinado puede variar dependiendo del horno, pero el plato estará listo cuando el queso de la capa superficial esté derretido y con un color ligeramente doradito.
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